evento Happyyoga

Nuestra Especialidad

Mujer

Según algunas tradiciones tántricas las asanas fueron evoluciones de los movimientos naturales que surgían de un cuerpo femenino gestando y preparándose para parir. Enseñar yoga en contextos en donde se honran los ciclos del Utero, pone en evidencia cómo la prehistoria del yoga descansa en el cuerpo femenino… hay tantas mujeres que cuando siguen un sistema se encuentran con tanta rigidez y “tiesera”… se encuentran con una sensación de que su cuerpo no cabe… y cuando le das a esa misma mujer la oportunidad de volverse más libre y hacer de su cuerpo un templo delicioso y sumergirse dentro y hacer esas conexiones con esos lugares que quieren ser escuchados y expresados… cuando su propia voz baila sobre la base de la asana… ¡simplemente comienza a brillar!. 

¿Te has sentido otra durante alguna de tus experiencias uterinas como: menstruar, disfrutar tu sexualidad, gestar, parir, amamantar, después de un aborto o al entrar en la menopausia? Todas las experiencias uterinas amplían nuestro sentido de identidad y nos acercan a quienes somos en realidad si las vivimos con consciencia. Todas las experiencias uterinas son poderes espirituales que nos abren la puerta del Yoga. En lugar de darle un lugar perimetral a las vivencias cíclicas de la naturaleza femenina, en lugar de que sea la alteración y la adaptación… ¿qué tal volverlo el centro de nuestra práctica y reconocer el poder que tienen y que su lugar es esencial en nuestra vida espiritual?

Nutrición

Para el yogui, el cuerpo es un vehículo de conciencia, la morada del Ser, un templo que debe mantenerse dispuesto y despierto, un hogar que dé la bienvenida y le de acogida al Alma. 



Desde la filosofía yóguica, las emociones y los pensamientos están hechos de materia y son gobernados por las mismas leyes que gobiernan nuestros huesos, músculos, órganos y sistemas. Un cuerpo contaminado o intoxicado distorsiona nuestra mirada y ensordece nuestra escucha para entrar en contacto con nuestro Ser Verdadero, con nuestra Identidad más Alta.

 

La calidad de la comida que ingerimos crea nuestro estado mental, emocional y de consciencia. Las enseñanzas yóguicas nos invitan a llevar una dieta vegetariana con énfasis en alimentos frescos y naturales que nos provean de la energía justa que necesita nuestro cuerpo, y que siembren paz en nosotros y en el mundo. 


 
La dieta yóguica busca un cuerpo puro y lleno de vida capaz de albergar una mente clara y en paz; porque sólo a través de la una mente equilibrada y fina, el yogui podrá contactar su Divinidad y su dignidad y así experimentar a Dios en la Tierra.

Creatividad

El proceso creativo genera una energía semejante a la luz, es una chispa… un rayo que quiebra el parlamento y crea un espacio de expansión donde nuevas experiencias de realidad y nuevas maneras de ser son posibles. Nos conecta con el inconsciente, abriéndonos a las impresiones de la psique que están fuera de nuestro alcance durante nuestras rutinas diarias normales. 

Esta vida preciosa y devastadora que transitamos no es nada mas que movimiento y cambio, es creación y destrucción, ciclos y transformación… es fuerza creativa. Cuando nos sumergimos en el acto creativo nos llenamos de una sensación de vitalidad apasionada, nuestra total y comprometida participación con la vida. Cuando nos sintonizamos con el “flujo creativo”, experimentamos una libertad en nuestra energía y nuestra expresión, y un sentido inusualmente elevado de conciencia… recordamos nuestro origen, recordamos nuestra identidad verdadera. 



La creatividad nos conectan con el Ser (el yo más grande), o con lo que podríamos llamar la divinidad, y la experiencia directa de unidad… el acto creativo es yoga viva.